miércoles, 27 de enero de 2010

Eje socialista comienza a cercar a la prensa


Principal canal opositor de Nicaragua fue comprado por el oficialismo. Gobierno Evo reitera que “normará” el trabajo de medios de comunicación.

EN EL marco del llamado “Socialismo del siglo XXI” y siguiendo los pasos de su mentor, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quién acaba de suspender varios canales televisivos que se negaron a la orden de transmitir mensajes e informaciones chavistas, el mandatario de Bolivia, Evo Morales, anunció que impondrá una normatividad para evitar que “los medios mientan” (Ver recuadro), mientras que en Nicaragua, el oficialismo sandinista que lidera el presidente Daniel Ortega, acaba de comprar una televisora que se había caracterizado por ser opositora al gobierno, hecho que es considerado como el primer paso de una estrategia para el control oficial de los medios.

Pese a la condena internacional por el constante enfrentamiento y el hostigamiento que estos gobiernos han ejercido contra varios medios de comunicación desde tiempo atrás, en esta semana se han registrado nuevos hechos que evidencian un cerco de estas administraciones contra la libertad de expresión.

En Venezuela, la salida del aire de la televisora RCTV Internacional y otras cinco pequeña cadenas, el pasado sábado por no cumplir las disposiciones del Ministerio de Comunicaciones sobre transmisiones obligatorias de intervenciones presidenciales y mensajes políticos chavistas en esta época electoral, generó una ola de protestas estudiantiles en ese país que ya han dejado dos muertos y ahora tensiona las relaciones diplomáticas con los países que condenaron abiertamente ese hecho contra la libertad de prensa.

Así, ayer, el gobierno Chávez pidió a Francia una rectificación tras sus "desacertadas" declaraciones sobre la suspensión de RCTV Internacional y anunció que de no darse se podrían "revisar" las relaciones bilaterales.

Venezuela insta "al gobierno de la República Francesa a rectificar prontamente en su posición, ya que la misma ha puesto en entredicho su apego al derecho internacional (...) y podría conducir al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a revisar sus relaciones con Francia", expresó el ministerio en un comunicado oficial.

El lunes, el portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Bernard Valero, expresó en nombre de su gobierno "preocupación" por la "decisión" de las autoridades venezolanas de suspender la difusión de varios canales de televisión por cable, y pidió que "den marcha atrás rápidamente" para garantizar "el pluralismo de la información".

"Resultan inaceptables y repudiables los comentarios proferidos por el vocero de la Cancillería francesa, que atentan contra el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados", agregó el texto oficial.

El ministerio de Exteriores en Caracas explicó que se convocará al embajador francés en Caracas, Jean Marc Laforet, para "hacerle entrega de una nota de protesta".
Después de la divulgación de este comunicado, el presidente venezolano, Hugo Chávez, aseguró que Francia se había "inmiscuido" en asuntos internos de su país.

"Tengo un gran afecto por Francia (...) No entiendo por qué una Cancillería con tanta experiencia actuó así. Que lo haga Estados Unidos no es extraño, lo extraño sería que no lo hicieran", declaró, en un acto público.

"No sé por qué el gobierno de (Nicolas) Sarkozy tiene que meterse en cosas internas que además están apegadas a la ley", agregó el mandatario.

La decisión venezolana contra las televisoras también fue rechazada por Human Rights Watch (HWR), que considera que el presidente Chávez castiga alas cadenas que rehúsan transmitir su agenda personal.

"Durante años, Chávez ha buscado intimidar y castigar a las emisoras que critican a su gobierno. Ahora también quiere sancionar a aquellos canales que se nieguen a difundir su agenda política personal", indicó en un comunicado el encargado de las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.

Ortega compra canal

Entre tanto, en Nicaragua, la venta de una televisora opositora a un comprador aún desconocido pero que según la prensa fue adquirida por el oficialismo con fondos donados por Venezuela, reforzó las sospechas entre la oposición frente al intento del gobierno de controlar los medios.

A principios de año Telenica Canal 8, de amplia audiencia y crítico del presidente Daniel Ortega, fue vendido, según su presidente Carlos Briceño, absteniéndose revelar el nombre de los dueños.

Sin embargo, la prensa aseguró que el medio fue adquirido por personas vinculadas con el Frente Sandinista (FSLN, izquierda) al que pertenece Ortega, quien no ha desmentido la versión.

La compra de Canal 8 "es la manifestación más grande de avance en el control mediático de parte del Frente Sandinista", afirmó el editor de la Revista Medios y Mensajes, el comunicador y escritor, Guillermo Cortés.

De ser cierta esa versión, los sandinistas tendrían el control de dos de los diez canales con mayor audiencia que operan en el país, la mayoría de los cuales ha optado por bajar el tono contra el gobierno y dedicar sus espacios a notas de sucesos o farándula.

El ex miembro de la dirección del FSLN, el ex comandante guerrillero Henry Ruiz, deslizó la posibilidad de que el mandatario intente adueñarse de otros medios "para tener un monopolio".

El domingo el periodista opositor, Carlos Fernando Chamorro, reveló , con base en fuentes ligadas a las negociaciones, que Canal 8 fue comprado con fondos de "la cooperación venezolana", una de las principales fuentes de ayuda del gobierno sandinista.

Afirmó que las empresas de comunicación del FSLN son manejadas por el "grupo Ortega" que también "es dueño de dos emisoras de cobertura nacional" y que "disponen de tanto dinero, que seguramente pueden compran otros canales y radioemisoras".

"Cuando los espacios de libertad conquistados se achican, todos salimos perdiendo", advirtió el experto en comunicación y crítico del gobierno, Guillermo Rothschuh, en un artículo publicado recientemente.


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