domingo, 21 de febrero de 2010

Un año sin porvenir: Venezuela en el 2010


Dada la situación internacional, económica, social y política del país, este no será un año bueno para el Presidente Chávez ni para la oposición. Así lo advierte un ex asesor de la Cancillería del vecino país, en un análisis especial para la revista digital RAZÓN PÚBLICA (www.razonpublica.com), que publicamos dada la profundidad de sus conceptos

Por Carlos A. Romero *

Una etapa tumultuosa

Casi todos los analistas de la situación política venezolana están de acuerdo en que el año 2010 promete ser bastante difícil para el presidente Chávez. De hecho, luego de tener un ciclo positivo desde 2003 hasta 2008, "las papas se le ponen duras", como ya se había observado desde el año pasado. La crisis económica mundial, la volatilidad de los precios petroleros, las insuficiencias del modelo estatista-socialista que se quiere aplicar a toda costa sobre una economía rentista y consumista, los descalabros eléctricos y la reducción del papel de Venezuela en el mundo, son apenas, grosso modo, algunos de los elementos centrales que obligan a observar la situación venezolana con una mayor atención.

En el año 2009 avanzó el proyecto del Socialismo del siglo XXI, a pesar de las fallas operacionales que presentó. Por otra parte, el cuadro internacional se le complicó al presidente Chávez. Como ha pasado en todos estos años, el balance del 2009 fue contradictorio, entendiéndose como un año de transición entre un ciclo positivo y un ciclo negativo que apenas comienza. Si bien Chávez conserva el poder y el control del gasto público, el dominio de la Fuerza Armada, el apoyo popular y la aceptación internacional, el futuro no se presenta tan "favorable" como en años anteriores. Los indicadores económicos en estos últimos meses indican que en el 2010 se abre una etapa en la cual se darán importantes debates sobre la orientación de un régimen cada día más radicalizado y una población cada día más "economicista" que aspira a que los años "buenos" no desaparezcan. Entonces, ¿cómo va a satisfacer el Gobierno todas las demandas de una sociedad que se negará a apretarse el cinturón?

Todo esto se da en medio de una relación asimétrica entre un hiper-Estado, una débil oposición política y una empresa privada menguante. Las intenciones, diríamos en verdad "tentaciones", de abrir un proceso constituyente y una situación económica llena de incertidumbre, dadas las fluctuaciones de los precios petroleros y las exigencias de gasto por parte del Estado están configurando un año "tumultuoso".

La situación internacional

La llamada "crisis hondureña" no es más que el reflejo de esas contradicciones y se constituye como un punto de partida para iniciar un importante debate sobre la configuración de Venezuela como actor internacional. Si bien es cierto que muchos de los temas regionales se relacionan y se nutren de los temas globales (democracia, derechos humanos, integración, cooperación, ambiente, medios de comunicación, combate al narcotráfico y al terrorismo), es posible determinar unos cuantos temas propios de la agenda internacional de Venezuela.

Me refiero a procesos como la revolución cubana, las relaciones hemisféricas, el papel mundial de Brasil, la cuestión migratoria, el impacto del Socialismo del siglo XXI, el paquete ideológico venezolano (la fórmula que Chávez ha querido imponer en el marco político-económico de los países amigos), los acuerdos de la ALBA, el rol de la OEA y el resurgimiento mayoritario de gobiernos de centro-derecha en la región, poco dados a aguantar las peripecias del presidente venezolano. ¡Caracas tendrá que responder!

En este contexto cabe destacar cómo se ha venido expandiendo la discusión ideológica con la potenciación del pensamiento radical de izquierda y el pensamiento conservador, dándose así el desplazamiento de las posturas centristas en el arco iris político regional. Este desplazamiento se vincula al crecimiento de las tensiones políticas regionales, en la medida en que se hace más difícil promover consensos y generar confianza entre gobiernos de diferentes signos o con provocadoras posiciones extremistas. Por ello, Venezuela tendrá que diseñar una diplomacia más pragmática si es que el gobierno de Chávez quiere seguir teniendo una figuración regional importante.

Otro punto importante a destacar es la presencia militar cubana en Venezuela. Lo que comenzó como una misión militar de intercambio de personal se ha convertido en una misión estratégica. En principio, la mayoría de los oficiales venezolanos estarían en contra. No sólo porque esto significa la injerencia directa de una fuerza armada extranjera en nuestros asuntos, sino también porque es un instrumento para ideologizar aun más a las fuerzas armadas venezolanas. Esto forma parte de la profundización de la cooperación entre Venezuela y Cuba que ya se ha convertido de hecho en una complementación económica y que ahora pasa a una "fase militar", en un área en la cual no había hasta ahora ningún indicio de coordinación operativa.

Economía y sociedad

En materia económica y frente a la crisis general del país y la sequía de dólares, el Gobierno ha tomado una serie de decisiones impactantes para la marcha de la economía. Si bien se pensaba en una devaluación para este año, nadie pudo acertar que fuera en el mes de Enero y de manera tan profunda, lo que indica que la crisis energética y el desbalance en las cuentas nacionales es mucho más grave de lo que parece y que el año 2010 va ser muy difícil para todos los venezolanos.

El sector más perjudicado es la clase media. Su poder adquisitivo se reduce y se pierde el subsidio del dólar preferencial para los pasajes internacionales que ahora pasaron al valor de 4,30 Bolívares Fuertes[1], al igual del cupo de viajes. De manera similar, se pretende estimular las exportaciones no tradicionales, pero el parque industrial venezolano es muy deficitario, la empresa privada está muy golpeada y no hay cómo responder a la sustitución de importaciones a mediano plazo.

El efecto concreto es que las importaciones se van a encarecer. Así que se verá más desempleo y una mayor escasez, lo que es una mala señal para los inversionistas privados y extranjeros. Lo curioso de todo esto es que se crean unos fondos económicos autónomos para impulsar las exportaciones y regularizar las importaciones, amenazando con la idea de que el importador que traiga bienes y servicios a Venezuela debe hacerlo sólo por el dólar a 4,30 Bolívares Fuertes. Si esto fuera así, hay que recordar que más de la mitad de las importaciones vienen por el mercado de permuta y por lo tanto se crearía un caos económico en el país.

El panorama político

Desde luego que los grandes perjudicados de esta situación son los partidos políticos que se proponen participar en las elecciones legislativas de este año. Es evidente el desencanto, el miedo, la falta de atención y sobre todo el pesimismo de la gente que se opone a Chávez, sobre la posibilidad incierta de aumentar su presencia institucional en la Asamblea Nacional y en otros espacios públicos es algo evidente.

En este marco se entiende por qué las estaciones de radio privadas más combativas en contra del gobierno y que daban más espacio a la oposición están transmitiendo más música, reduciendo la programación política y destacando las noticias urbanas o los hechos cotidianos. Es evidente el desencanto, el miedo, la falta de atención y sobre todo el pesimismo de la gente que se opone a Chávez, sobre la posibilidad incierta de aumentar su presencia institucional en la Asamblea Nacional y en otros espacios públicos.

En este contexto y de manera paradójica, se están multiplicando las reuniones de sectas políticas y empresariales y reactivando la línea dura de la oposición no electoral, a la par que se registra un crecimiento exponencial de la violencia social, al aumentar el número de robos y de asesinatos, lo que puede llevar a una situación crítica hacia el próximo mes de abril, cuando de verdad se perciba el aumento de precios, por la reposición de los bienes y servicios a precio nuevo, por darse unos brotes de escasez y de desabastecimiento y más nacionalizaciones y expropiaciones por parte de un gobierno que no para de inventar.

La coyuntura

Tomando como un todo a estos indicadores y a fin de pronosticar lo que pueda pasar en estos meses, se tiene:

(1) 2010 será un año más difícil para el país y para el Gobierno;
(2) Los elementos más visibles de la crisis venezolana se potenciarán aún más: inseguridad personal y jurídica, corrupción, proyectos fracasados de orientación "socialista"; despilfarro, aumento de la criminalidad y del narcotráfico, inflación y desempleo;
(3) El presidente Chávez se verá obligado a iniciar una "purga" en el liderazgo de la revolución, al enfrentar unos conatos de insubordinación de sectores militares y mafias empresariales que se opondrán a sus planes de reducir la importancia de los negocios capitalistas;
(4) Es muy probable que la oposición vaya dividida a los comicios para la elección de los miembros de la Asamblea Nacional y por ello los sectores que se oponen a Chávez no sacarían más de 30 diputados, si se mantienen las tendencias electorales actuales; (5) Cuba experimentará una gran crisis interna y esto afectará al gobierno de Chávez, empeñado en emular a ese modelo en vías de su extinción;
(6) Las relaciones con Colombia seguirán congeladas, a pesar de los esfuerzos de organizaciones como la ONU y la OEA e iniciativas como las del Centro Carter y el gobierno de Brasil de mejorar esa situación tan difícil. Esto se agravará aún más si el presidente Uribe decide buscar la reelección presidencial;
(7) En cuanto a las relaciones con Estados Unidos, estas seguirán al mínimo nivel;
(8) No hay que dejar fuera del análisis la profundización de crisis militares en Ecuador y en Paraguay, lo que afectará aún más el desenvolvimiento de la ALBA.

En síntesis, en Venezuela no se observará un cambio en el poder en el año 2010, pero sí se distinguirán los elementos negativos del primer año de un nuevo ciclo difícil para el presidente Chávez. En este escenario, la pérdida paulatina de un motor movilizador y la incapacidad de proveer bienes y servicios subsidiados, impulsarán aún más los reclamos de la población sobre el alto costo de la vida y la ineficiencia gubernamental. Si Chávez ve que se le reduce paulatinamente su índice de popularidad y que crece el favoritismo de la oposición, él sería capaz de convocar a un proceso constituyente, tal como lo han exigido algunos de sus seguidores más radicales.

De este modo, se puede considerar que la columna vertebral que mueve en estas semanas a la política venezolana es el deseo de Chávez de distraer a la opinión pública y en particular a la oposición con temas secundarios, para así "enfriar" el tema principal que es el tema de las elecciones. Aparte de estimular a la oposición para que se den varias listas y no haya unidad, el tema de los estudiantes, el cierre de RCTVI, las amenazas de represión y el lanzamiento de varias pre-candidaturas para la Asamblea Nacional de forma inorgánica alientan este propósito malsano del Gobierno. Por una parte, la dirección de la oposición se distrae en otras cosas y no en el trabajo político-electoral y por la otra, la población es simplemente indiferente y pierde su entusiasmo para ir a votar en septiembre.
Por todo ello me atrevería a decir que estamos frente a un año sin porvenir para nadie: ni para el Gobierno ni para la oposición.
www.razonpublica.com

[1]"Bolívar Fuerte" es un término transitorio que representa la nueva escala monetaria de curso legal en Venezuela desde el 1 de enero de 2008.

* Politólogo, profesor e investigador de la Universidad Central de Venezuela, profesor visitante de universidades extranjeras, autor de numerosos libros y artículos y Asesor del Ministerio de Relaciones de Venezuela (1991-1992 y 1999).


No hay comentarios: