martes, 9 de febrero de 2010

EU y Francia pedirán fuerte sanción a Irán


Sin embargo, potencias reiteran que diálogo sigue abierto.

IRÁN notificó a la Agencia Internacional de Energía Atómica, AIEA, que comenzará a producir uranio altamente enriquecido pese a las presiones internacionales a no ser que las grandes potencias le suministren el combustible nuclear, lo que ha llevado a Francia y a Estados Unidos a pedir "fuertes sanciones".

La República Islámica ha informado a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que el martes (hoy) lanzará en la planta de Natanz (centro) un proceso para enriquecer al 20% el uranio que dispone al 3,5%, según el representante iraní en la AIEA, Ali Asghar Soltanieh.

"Hemos invitado, en esta carta, a los inspectores de la AIEA a estar presentes (en Natanz) ya que todas las instalaciones nucleares de la República Islámica se hallan bajo el control de la Agencia", precisó, citado por la agencia de prensa oficial IRNA.

La decisión se tomó, según Teherán, debido al bloqueo de las negociaciones con los Seis (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña, Alemania) sobre el suministro a Irán de combustible enriquecido al 20% que dice necesitar para un reactor de investigación médica.

Según Soltanieh, "han transcurrido más de ocho meses desde que Irán dijo al director general de la AIEA que necesitaba combustible". "No podíamos esperar más para satisfacer las necesidades de nuestros enfermos cuyos cuidados requieren isótopos", afirmó.

Soltanieh reiteró que "la puerta sigue abierta" para un intercambio de uranio con las grandes potencias, llamadas a "pasar de la confrontación a la cooperación" con Teherán.

Las superpotencias sospechan que Irán intenta dotarse de armas nucleares pretextando un programa civil, a pesar de haberlo negado en reiteradas ocasiones.

Teherán rechazó en noviembre una propuesta de los Seis sobre el envío, en una sola entrega, de la mayor parte de su reserva de uranio poco enriquecido a Rusia y a Francia para ser transformado en combustible.

Irán les respondió con un ultimátum: antes de enero deberían aceptar suministrarle combustible de forma simultánea y en pequeñas cantidades si no querían que la República Islámica produjese por sí mismo ese uranio.

Ante el anuncio de ayer París y Washington comunicaron su intención de "trabajar" para la adopción de nuevas sanciones de la ONU contra Irán, una posibilidad mencionada asimismo por Alemania y Rusia.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates "convinieron en que es el momento de adoptar sanciones fuertes, con la esperanza de una reanudación del diálogo" con Teherán sobre su programa nuclear, afirmó el Elíseo tras una reunión entre ambos en París.

Los dos consideraron que "desgraciadamente, el momento de las sanciones" ha llegado para Irán "ya que la mano tendida no se aprovechó".

El Reino Unido expresó preocupación por la "retórica contradictoria" de Irán y el director de la AIEA, Yukiya Amano, dijo haber "tomado nota con preocupación" de la decisión iraní.

Israel estimó por su parte que el anuncio era "una prueba suplementaria de que Irán engaña al mundo entero" y pidió "sanciones decisivas y permanentes".

Tras calificar el anuncio de "chantaje", el jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, auguró una "discusión larga" en el Consejo de Seguridad, porque aún no se había convencido a China.

En el plano interno, el opositor iraní Mir Hosein Musavi criticó "la política arriesgada" del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad en el ámbito nuclear./AFP


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